lunes, 13 de enero de 2020

2020, Lo que ven los demás

Hemos empezado el año, y como siempre, la intensidad es lo que rodea mi vida.

El viernes, mi princesa tuvo un episodio violento en el centro, y tuvieron que contenerla, entre varios profesionales, la mantienen en el suelo, hasta que se calma.

Al día siguiente, cojeaba, no podía apoyar el pie en el suelo, así que fuimos al centro médico, allí nuevamente, cuando le tocó visitarse, no quiso pasar a la consulta, se tiró al suelo, empezó a escupir y a mi me mordió en la mano, por un momento, pensé que estaba soñando una pesadilla, llamé al 061 para pedir una ambulancia, y de repente, mi hija dijo: “ ya me he calmado “ y empezó a pedir perdón a todo el personal. La Dra. todavía no se atrevía a visitarla y le daba instrucciones desde lejos, hasta que le dije, que no temiese acercarse y pudo visitarla, comentó que esa cojera podía deberse a la contención.

Comento, todo esto, por el comentario que me hizo el personal del centro: “Dios mío, cómo puedes manejar esta situación?”

Y esto es lo que me salió responderle: los que ven esta situación desde fuera, es como si vieran agua hirviendo y se asustan.
De siempre, desde que nació mi princesa, el agua estaba caliente y a medida que ha ido creciendo, cada vez ese agua , se ha calentado más,  (la epilepsia, las agresiones, el autismo ...) pero yo no lo noto, porque estoy con ella dentro de esa bañera de agua caliente . Desde fuera hirviendo😔

Por el camino, encontramos , personas tan fabulosas como
Sílvia, que ahora no puede venir, a continuar con las clases. Estamos buscando profesora....

Agradecidas, a todos los que os acercáis para saber de mi princesa, pedimos buena salud y buena suerte, para este nuevo año. Que pronto pueda decir, que mi hija consigue dominar sus momentos de rabia.  Hasta pronto!!!

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