Quería empezar contando, lo que ocurrió el viernes de la semana pasada, que convulsioné por la mañana y luego lo hice en el cole y también por la noche :(
Pero hemos empezado con esta frase, porque el otro día, también todo se nos complicó, pero aunque tuvimos mala suerte :( a mamá, se le volvió a romper el coche, no le entraban las marchas :( pero hemos de dar gracias, porque fue casi al lado de donde para mi autocar, así que dos personas maravillosas ayudaron a mi madre a poder aparcarlo bien :)
Suelo merendar en casa, pero ese día mi madre, casualmente me trajo un bocadillo, así que dentro de mi coche, esperando al señor de la grúa, mamá me iba mentalizando que el coche estaba estropeado y que vendría un señor a ayudarnos.
Cuando vino la grúa, para que yo no tuviera que caminar, fuimos en nuestro coche empujados por la grúa hasta la puerta de casa y me bajé a la primera. GRACIAS a tantas personas buenas, que encontramos en nuestro camino.
Gracias, a Joan, el mecánico de toda la vida, que a pesar de estar a tope, hizo todas las gestiones para que otro taller nos arreglase el coche en un día y ya lo tenemos. GRACIAS,
Y ahora seguimos dando las gracias, porque el viernes pasado, después de tanta tensión que vivimos con las crisis epilépticas, mi madre no tenía fuerzas para afrontar el sábado.
Y nuevamente, la providencia, nos puso enfrente de casa, la diversión y la comida.
Se organizó una calçotada solidaria, a mi encantan los calçots y por 3 euros, me comí 10 calçots, con una salsa romescu buenísima, una botifarra y una naranja.
Y este martes, mi prima que no trabajaba ese día, pudo acompañarnos a la piscina y así fue más fácil la entrada, pudo comprobar cómo obedezco las indicaciones de los monitores, pero como siempre al final, costó un poquito que saliese del agua, pero el buen rato que pasé, nos compensa todo lo que viene después
que grandes soy las dos. besos.
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