EL
NIÑO QUE SE COMÍA LAS PALABRAS
A algunas personas les trasplantan los
pulmones. A otras les realizan un trasplante de corazón o de córnea, pero
siempre tiene que morir alguien. Mi caso fue distinto. Cuando era pequeño no
podía hablar, al menos no como el resto de los niños. Cada sílaba requería el
mayor de mis esfuerzos. Sin embargo, mi padre se ganaba la vida con las
palabras. Paradójico. Aún recuerdo el domingo que llegó con una máquina de
escribir antigua. Yo entré en su despacho mientras él ponía la vieja Olivetti
sobre la mesa. Colocó un folio de papel cebolla en el rodillo, me cogió el dedo
índice, y escribimos mi nombre. Mi padre lo recortó con unas tijeras, lo hizo
una bolita y me dijo: “Rica”. En cuanto el papel rodó por la garganta dije mi
nombre en voz alta. Desde ese día, mi padre no pudo volver a pronunciarlo.
Luego vinieron muchas palabras más. Mi padre me cogía el dedo, me susurraba
cosas al oído, las tecleábamos y luego me metía las palabras en la boca. Él
nunca más volvía a usarlas. Primero se quedó sin sustantivos, luego sin verbos,
más tarde me pasó los adjetivos, los artículos, las preposiciones, hasta que me
trasplantó todas las palabras del mundo. Hasta que se quedó mudo.
Aquí he sacado éste relato, en el foro que participa mamá, lo ha puesto Santan, comentando el documental de ayer, que por desgracia no nos aportó mucho, ya que
esperábamos estudios que nos abrieran esperanza, a nuevos cambios.
Mi madre, siempre ha tenido facilidad de palabra, y cómo en éste microrelato, con gran
felicidad se quedaría muda, para que yo tomara alas, y pudiese volar sola. Pero actualmente, sólo existe el diagnostico precoz, que en mi caso fue tardío, y que los demás
adapten su mundo al mío, porque es más fácil para mi.
Esta semana pasada, ha sido muy inestable para mi, (después de lo bien, quizás demasiado, que había estado), mamá lo contará en otra entrada. Ella tenía planes que había organizado hacía meses, pero tuvo que adaptarse a mi. Y así mi angustia ha sido menor.
Me alegro de que te haya gustado mi microrrelato. Es lo que sentí cuando me dieron el diagnóstico de autismo de mi hijo, que se llama Daniel. Pensé que qué paradoja que yo me gane la vida con las palabras (soy guionista y escritor) y él tenga que luchar a brazo partido por cada una de ellas. Y se me ocurrió que podría hacerle un trasplante de palabras y dárselas todas. Y en ello estamos. Ya conocía tu blog, de vez en cuando me paso. Gracias por publicar mi texto, es un homenaje a todos nuestros hijos. Un abrazo.
ResponderEliminarManu Espada
Por cierto, ¿dónde puede acceder al foro al que te refieres' ¿Es el de Mitos del autismo? Gracias.
ResponderEliminarno es un foro de recetas en el que hace años que participa mi madre, pero ahí han puesto tu enlace. Un abrazo
ResponderEliminarYo también me quedo sin palabras, ante un escrito tan bello,
ResponderEliminarPrincesa, gracias por todo lo que nos muestras, y además por lo que nos haces descubrir. Un abrazo muy grande para las dos.
Juan Ramón
Gracias Juan RAmón, y me alegro que te haya gustado el escrito, transmite mucho; un abrazo
EliminarPara los que desconociamos el comportamiento del autismo, nos da una visión el documental. Lo que más siento es que te sientas angustiada, pero mamá ayudará´a calmarte. Estas en una edad dominada por las hormonas, y eso hace unos cambios muy fuertes, pues imaginate cuando no puedes expresarte. El relato, que ha puesto tu madre, es realmente precioso, me pasearé por ese nuevo blog. Un abrazo Princesa, y otro para tu mami
ResponderEliminarMe gustaría no estar así, porque todo sería más fácil,
Eliminarpero mi madre, en la medida de lo posible, intenta mitigar esta angustia. gracias Maite por tus palabras, un abrazo
qué no haría un padre por su hijo, Princesa, que relato más bonito, está lleno de amor.
ResponderEliminarComo tu pais de nunca jamás, que siempre me despierta una sonrisa, y me voy feliz de visitarte, aunque no siempre te escriba. un abrazo muy grande, para la princesa más guapa y
su mamá
Mamá, empezó el pais de nunca jamás, a la vez que empezaba su blog de cocina, porque mi abuela empezó a olvidar a poner por ejemplo a la paella arroz, y ponía bolitas de fideos :(
EliminarY así empezó también el mío, con el deseo de recordar siempre mis momentos.
Le doy las gracias a todos los que nos leéis