Las cosas que me gustan, le pido a mamá que me las suba al blog, porque aunque yo no sé leer,
no veáis lo bien que me manejo con el ratón, vamos que sé encender y apagar, tanto la tablet,
como el portátil de mamá con gran soltura :)
Y uno de los tesoros que guarda mi hermano, es un caballito de mar, que encontró su papá
en la orilla del mar hace muchisimos años, y que él regaló a mi madre.
Aunque yo no conocí a Alberto, porque murió años antes de que yo naciera, como me gusta
mirar fotos de papel, desde pequeña me familiaricé con la foto del papá de mi hermano.
Pues en momentos puntuales, muy puntuales, porque es muy delicado, le digo a mi madre si
puedo coger el caballito de mar? mamá me deja tenerlo sobres mis
manos , es tan pequeñito y bonito, que después de tocarlo, vamos a los libros
a ver más imagenes de éstos pececitos tan bellos.
Y aprovechando esta entrada, mamá quiere contar un chiste, que le contó Alberto hace muchos años,
y ella se siente así, identificada tantas veces.
Es un chiste de romanos, en la época que los romanos sacrificaban a los cristianos.(vaya chiste, para reir :()
Pues en esa época los romanos cogieron a un esclavo negro cristiano, y lo enterraron en la arena, y estaba en el circo romano, todo rodeado de romanos, y soltaron a un león, y del esclavo sólo sobresalía la cabeza.
Y corriendo el león fue hacía él, y le arranco una oreja, y todo el mundo vitoreaba al león, dió otro viaje
el león y le arrancó la otra oreja, y todos los romanos dando gritos de alegría.
Cuando el león, fue esta vez corriendo hacia el cristiano, éste cómo pudo abrió la boca, y le mordió, los
testículos.
y entonces el publico todos se pusieron a gritar: uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh negro, juega limpio!!!!
pues mamá, a veces se siente así.